Tema delicado. Tema polemático. Mal si damos poca información. Mal si damos demasiada.
Quiero resaltar que lo más importante es que tengas claro qué es lo que quieres enseñar a tus hijos respecto a este tema y para qué; siempre tomando en cuenta la información científica y verídica sobre el tema, así como los valores o implicaciones morales personales y familares que deseas transmitir.
Y definitivamente, evita darle la vuelta al tema. Una comunicación abierta entre padres e hijos respecto a estos temas es la mejor prevención de riesgos y conductas problemáticas.